No quiero creer que ya no habrá más viñetas de Forges. Alguien ha dicho que él utilizaba la bondad como arma de destrucción masiva. Sus armas eran la bondad y la inteligencia más generosa. Y sus viñetas eran capaces de explicar los problemas más oscuros de esta sociedad a golpe de sonrisa. Siempre es un placer recordar cómo entendió, apoyó y nos hizo reír a las mujeres en viñetas como estas:
Aquí puedes ver algunas de las viñetas que publicó Forges allá por los años 90.
¿Alguien lo podría dibujar mejor?
¿Cuánto hemos cambiado?
Y pensar que las cosas han cambiado tan poquito en estas dos últimas décadas… Porque los hay que siguen diciendo que el feminismo es cosa del pasado porque ahora ya hemos conseguido la igualdad. Pero para dejar las cosas bien claras sobre lo que entienden algunos por igualdad, siempre hay algún hombre, como el coordinador de Ciudadanos en Antequera, José Manuel Puche, que durante un debate sobre feminismo entre jóvenes políticos soltó esta perla: “Yo soy, y orgullosamente, uno de los que echan una mano en casa”. Ante lo que la Beatriz Rubio, de Izquierda Unida, le aclaró que no tiene que ayudar en casa, es su trabajo porque también es su casa y es su responsabilidad, no la de su madre o su pareja.
Gracias por entendernos tan bien, Forges. Hasta siempre, maestro.
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